Tuesday, January 16, 2007

El joven Donoso

Este viejo es pepa. Siempre lo ha sido.

He leído comentarios de su boca desde hace años, y siempre me ha impactado su visión. Pero como soy un ecuatoriano más (y para muchas cosas, de los más perruños) nunca he leído un libro suyo.

Es una incongruencia existencial y bastante delatora el que uno no se pare de su cama o se asome al mall y recoja un libro de alguien que le cae bien. Que vive ahí cerca.

Alguien que uno ve en algún lanzamiento de alguna huevada, y que, verdad de verdades, lanzó "señas particulares" en un bar de mi co-propiedad que quedaba en todo B. Moreno y Junín esquina.

Así de bestia soy, pero me estoy redimiendo.

Y lo bueno es que me estoy redimiendo hace rato, e incluso antes de caer en cuenta de lo profundo de mi abismo. Este fin de semana me compré algo legendario de Velasco Mckenzie y "bumerán" de Gilda Holst.

Había estado leyendo "palabra del maromero" de Velasco y "más sin nombre que nunca" de Holst.

Velasco, a quien recién leía, me destapó el cerebro. Si alguien no ha leído "p del m", salga ahora y cómprelo.

Y Holst siempre me ha gustado. El último está del carajo.

Pero para ir al punto de este escrito, les transcribo un pequeño extracto de una entrevista publicada ayer en el Universo a Miguel Donoso Pareja, gángster original, viejo cascarrabias, hombre de letras.

Pregunta: ¿Y por qué cree usted que en este país existe esa denostación para el trabajo intelectual y el pensamiento?

Respuesta: Es muy difícil responder sin ofender a nadie. La razón es que tenemos una burguesía relativamente joven y que por su juventud no tiene formación, no tiene conciencia del valor histórico. Es una burguesía bastante ignorante, lo que no pasaba con nuestra vieja aristocracia, que iba a estudiar a Europa y era una burguesía relativamente culta, pero nuestra burguesía actual se volvió muy práctica. No lee a autores nacionales y un país que no tiene lectores ni siquiera en la burguesía, mal puede apreciar a sus escritores.Muchos se preguntan por qué los autores nacionales no se proyectan en el exterior: porque somos un país sin lectores. No somos importantes para las transnacionales de la edición. Nos saltan. A un ecuatoriano no lo editan porque ni siquiera en su país lo leen, mal lo pueden promocionar internacionalmente.

P: Y sin embargo hay escritores. ¿Cómo se explica esa paradoja?

R: No sé por qué escribimos. De dónde esa necedad. Especialmente Guayaquil tiene una historia literaria rica, enorme. Tenemos una cantidad de producción, pese a que no es terreno propicio. Esa es la desgracia y a pesar de eso la gente escribe y hay mucho talento. Hay escritores buenísimos. Lo que pasa es que a cualquier mediocre escritor de otro país le es más fácil triunfar que a un buen autor ecuatoriano. Quizá también por falta de imagen del país. El Ecuador tiene una imagen bastante menoscabada. No es una respuesta tajante ni definitiva. Son preguntas que yo me hago. A lo mejor es que nos falta talento.