Friday, October 13, 2006

Sin permiso

Sin el permiso ni conocimiento del autor reproduzco a continuación la visión de Sarmiento sobre el tema televisoras. Vayan a su blog y comenten lo que sientan.

El voto nulo sigue siendo la propuesta vigente, ahora más que nunca que la sarnosidad de la campaña y el mesianismo de Correa no me ha dejan más opción que votar por una izquierda más real y tradicional, como el MPD (Villacís es un tipo sólido a mi manera de ver) y por algunos consejales y consejeros del Guayas del Paritdo Socialista-Frente Amplio.

En cualquier caso, el más importante paso de un ganador de izquierda sería apretar el pescuezo de las televisoras para evitar que el afán de "noticia" al estilo de las telenovelas de Venevisión tumben al gobierno como lo han hecho en las últimas tres ocasiones.

A partir de este momento este sitio se entrega al ideal del Socialismo puro, sin temor a expresar su oipinión en cuanto a la necesidad de una serie de estrategias fascistas que expresará en próximas entregas.

domingo, octubre 08, 2006

Escandalosas desproporciones

En el sitio web de la Superintendencia de Telecomunicaciones se anuncian las tarifas que pagan los canales de televisión ecuatorianos por el derecho de uso de las frecuencias que tienen concedidas. Dice allí que por el derecho de emitir en Quito o Guayaquil un canal de televisión paga 40 dólares por ciudad cada mes, y por el derecho de emitir su señal en cada capital de provincia paga 15. Esto significa que, considerando las 21 provincias de la república, un canal con señal nacional paga la suma de 365 dólares al mes por el uso de la frecuencia que les permite llegar a nuestros hogares. O sea, 12 dólares diarios. Digamos que 14,40, incluído el IVA. Estas tarifas son fijadas por el Conartel, Consejo Nacional de Radio y Televisión, del que forman parte los canales de televisión y las estaciones de radiodifusión.

Por otro lado, de fuentes bien informadas he sabido que el precio que han alcanzado los anuncios de televisión en la presente campaña electoral llega a los $83 por cada segundo en horario estelar. Ustedes saben que un segundo no es sino la sexagésima parte de un minuto, de modo que, siendo la duración media de un anuncio medio minuto, tenemos que el precio del anuncio alcanzaría con esos precios la suma nada despreciable de $2.490. Con lo cual, si uno de estos canales consigue vender 1 spot de 30 segundos en un solo día, cubre con ello lo que le corresponde pagar por el derecho de usar la frecuencia radioeléctrica en toda la república ese mes y le sobra para cubrir íntegramente la cuota de los seis meses siguientes.

No sé por qué extraña razón me asalta de inmediato la sensación, incómoda y fastidiosa, de que una desproporción descomunal separa esas dos cifras: la que pagan los canales por la frecuencia y la que cobran por difundir la publicidad.

No es un tema baladí. El espectro radioeléctrico es un bien natural limitado que pertenece al Estado y cuyo buen uso corresponde vigilar a la Superintendencia de Telecomunicaciones. Es patrimonio de todos porque es consustancial al aire que respiramos y es limitado porque en las actuales condiciones de la televisión analógica el espectro solo admite ocho frecuencias nacionales de televisión abierta. La equidad manda que el uso lucrativo de estas frecuencias responda no solo a ciertas normas básicas de responsabilidad social sino también a una compensación económica apropiada y, en todo caso, correspondiente con el fin de lucro que persiguen los concesionarios. En el Reino Unido, por ejemplo, la tarifa es proporcional a las ganancias de los canales, como es lógico, y va del 0,23% de las ganancias superiores al millón de libras al 0,7% de las ganancias que superan los 75 millones. En el Ecuador, a 365 dólares al mes, siendo 8 los canales nacionales, nos da $35.040 al año por los ocho canales en total, es decir, ¡el equivalente de 14 spots de 30 segundos de la presente campaña electoral! Es una ridiculez por donde se lo mire. Una ridiculez o una burla. O una estafa. O todo a la vez.

Googleando se llega al meollo del asunto. Miren esta joya: la resolución del Conartel donde se fijan estas tarifas. Dice allí, en la parte de los considerandos, que "por parte del Presidente de la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión - ¡que es miembro del Consejo! - se ha presentado un proyecto de pliego tarifario para que sea conocido y analizado por parte de los miembros del Consejo Nacional de Radiodifusión y Televisión, los mismos que en sesiones de 25 de marzo; 12 de abril; 6, 13 y 20 de mayo; y 3 de junio de 1999 conocieron, analizaron y realizaron diferentes observaciones a este documento". ¡De modo que las tarifas son resultado de una propuesta de los mismos radiodifusores que, además y para colmo, son miembros del Consejo!

De yapa, léan esta noticia de ciencia ficción: el Consejo Nacional de Televisión de Chile acaba de repartir 2 millones de dólares para producir 22 programas de televisión de calidad.

Por Manolo Sarmiento

http://edocmanolo.blogspot.com/